El pasado 28 de diciembre, Netflix introdujo una nueva forma de disfrutar series y películas: los contenidos interactivos.
El ejemplo más sonado de estos contenidos interactivos ha sido “Black Mirror: Bandersnatch”. Sin embargo, y aunque mucha gente crea lo contrario, esto no es algo que haya surgido ahora.
Otras plataformas de vídeo como YouTube o ciertos libros ya permitían esta opción en la que el espectador decide el camino que quiere tomar al más puro estilo de una partida de rol.
Por ahora la cantidad de contenidos interactivos que ofrece Netflix se ve limitada a 4: la ya mencionada “Black Mirror: Bandersnatch”, “El gato con botas: Atrapado en un cuento épico”, “Stretch Armstrong: The Breakout” y “Minecraft: Story Mode”.
Entre ellos el caso más interesante es el de “Minecraft: Story Mode” pues no es una serie ni una película, sino un videojuego.
Este videojuego, que salió al mercado en 2015, fue desarrollado por Telltale Games, empresa conocida por sus historias interactivas como “The Wolf among us”, “The walkind dead” o “Game of Thrones”.
En “Minecraft: Story Mode”, Netflix ha logrado una adaptación perfecta incluyendo más decisiones y sustituyendo las partes de libre movilidad por una elección de a qué sitio quieres ir y los quick time events por cinemáticas en las que no tienes que pulsar nada.
Lo más interesante de esto es que Netflix ha roto la concepción que teníamos muchos de plataforma de vídeo bajo demanda permitiendo que su catálogo ahora también nos permita acceder a videojuegos. Tal vez este sea el comienzo de algo nuevo. Quién sabe si en el futuro Netflix también nos permitirá disfrutar de otros contenidos audiovisuales como podcasts, canciones o incluso contenido en directo. Una vez rota la primera barrera ya nada es imposible.